Introducción

¡Bienvenidos a Vraeria! Este es el nombre que recibe el mundo en el que nuestros personajes van a vivir sus aventuras. Concretamente nos vamos a centrar en la región conocida y civilizada del mismo, que es el continente de Latria.

Nos situamos en el 514 d.a. (Después de los Aurdrural). Todas las civilizaciones buscan de una manera u otra comprender mejor todos los elementos sobrenaturales que gobiernan Vraeria. Si estuvieron relacionados con la súbita desaparición del imperio Aurdrural o si semejante cataclismo fue únicamente obra del hombre.

En Latria nos podemos encontrar humanos ambiciosos de conocimiento, de proezas, de comunión con sus dioses o paz espiritual pero también nos podemos encontrar Grauls, humanoides mestizos de la naturaleza de rasgos animalescos, sean picos, garras, alas o caparazones; así como Shannayas, personas bendecidas con el poder de los elementos que acabarán entregando su vida a la naturaleza.

Todas estas razas viven en armonía en la mayor parte del continente, aunque también podemos encontrar zonas como la isla de Faun, donde sólo los Graul tienen el acceso permitido y se venera a su Dios-Bestia con suma devoción; o los páramos de Matria, donde decenas de asentamientos de Shannayas adultos conviven apaciblemente sus últimos años hasta que se sienten preparados para morir y realizar su Entrega en un lugar seguro.

Latria no sería el mismo sin los reinos que hoy en día lo conforman. Empezando por el Imperio de Taiten, escindido desde hace tan sólo una década en el Alto y Bajo Taiten. Regido por los dos primogénitos del Emperador, el cual murió subitamente junto con gran parte de sus consejeros por lo que hoy se conoce como La Maldición Argéntea.

Hablar de Taiten inevitablemente es hablar también de las tierras libres de Esderia, una coalición de oligarquías que han conseguido frenar la expansión durante los años previos a La Maldición Argentea y que ahora están reuniendo fuerzas para recuperar el territorio perdido ante la debilidad del imperio.

Lodoria por otro lado, siempre ha sido un país oficialmente neutro en gran cantidad de conflictos a pesar de haber recibido agresiones por diferentes bandos a lo largo de la historia del país y es conocido por sus políticas de autosostenibilidad y de fuerte motor de estudio de la magia científica.

Existen otras regiones dentro del continente que también son dignas de mención pero por cuestiones de simplicidad, no las exploraremos todas en este breve resumen.

Los elementos sobrenaturales

La magia científica y los Setán que hay que inscribir con sigilos para crear los hechizos, los falsos y verdaderos Adlátares que están en constante comunión con sus dioses, los soñadores capaces de percibir el mundo de manera distinta al resto de criaturas o enfermos de ojos grises son algunos de los tantos misterios que en Latria conviven y dan forma a la sociedad actual.

La gran mayoría de elementos están explicados por algunas teorías. Algunas más definidas, otras puras divagaciones que se mantienen cual castillo de naipes esperando una brisa de aire para ser tumbadas. A pesar de todo, sea por puro interés militar o como búsqueda de una autorealización como sociedad a través de estas respuestas, no hay una sola nación que no esté, de alguna manera u otra, haciéndose constantes preguntas con respecto a estos temas.

La religión

La fe en entidades superiores a los humanos es algo que tiene gran peso en la sociedad Latriense, y los dioses a los que se veneran no son silenciosos sino que gustan de dar sus dones a aquellos que verdaderamente siguen las tradiciones que ellos dictaminan.

La religión más extendida es el Kaidenismo, una religión politeísta con un gran elenco de dioses. Siendo las más importantes Rinia y Haru, las madres que dieron luz al resto del panteón.

La Fe Imperial de Taiten abraza parte del Kaidenismo y lo transforma a su antojo para situar al difunto Emperador Tariel como único y verdadero hijo de Rinia y Haru, siendo el resto del panteón únicamente diferentes aspectos de la voluntad imperial de Tariel.

Por otro lado, tanto los Shannayas como los Graul tienen su propia religión. Los primeros adoran a los cuatro elementos dándoles nombres y personalidades. Lehindaya para el viento, Agarin para el agua, Raean para la tierra y Hanion para el fuego. Esta religión está mucho más extendida entre Shannayas de gran edad que entre los más jóvenes, y se dice que es algo que empieza a sentirse como un vínculo más fuerte a medida que La Entrega se va acercando. Muchos humanos consideran esta religión como algo inexacto, o de un sentimiento religioso demasiado distanciado de cómo se entiende la religión en Latria como para considerarse verdaderamente una Fe.

Faun es el único Dios-Bestia de los Graul, al que se le podría entender como todo lo que no es humano o producto del hombre. Sabiduría, brutalidad y recelo son adjetivos con los que se suele definir a este Dios-Bestia.

Existen por último religiones caídas en el olvido, siendo la más destacable de todas la religión Aurdrural. Se conoce tan poco de este gran imperio como de su fe, pero sí que sabemos que adoraban a un panteón de dioses distinto a los conocidos en la actualidad, y que la relación con ellos era terriblemente cercana.